Vitamina K2

La Vitamina K es una vitamina liposoluble con múltiples funciones fisiológicas. Hay dos tipos de Vitamina K:

  • K1, o filoquinona – Presente en vegetales (principalmente verduras de hoja verde).
  • K2, o menaquinona – Presente en alimentos fermentados y también animales.


La AI o ingesta adecuada, se establece cuando no hay evidencia suficiente para desarrollar un RDA (ingesta dietaria recomendada). Este valor asegura la adecuación nutricional de personas sanas según género y edad. La cantidad de consumo indicada es: 

  • Mujeres de 19 años y más – 90 mcg
  • Hombres de 19 años y más – 120 mcg  


Esta cantidad se estima para el consumo de Vitamina K a través de alimentos y suplementos. Para la Vitamina K no se ha establecido un UL o nivel máximo de ingestión tolerable, porque tiene bajo potencial de toxicidad. 


Algunas funciones relevantes de la Vitamina K

 

  • Metabolismo óseo (1, 2, 4, 6, 7, 8)
  • Participa de la coagulación sanguínea (1, 2, 4)
  • Podría tener un rol preventivo en las enfermedades cardiovasculares (1, 2, 4)
  • Podría aumentar la sensibilidad a la insulina (4)

 

Salud ósea


La evidencia indica que la suplementación con Vitamina K2 podría mejorar la salud ósea, al potenciar la calidad de los huesos y además por prevenir el riesgo de caídas y fracturas en pacientes con osteoporosis.

Se ha visto también que el uso de Vitamina K potencia los beneficios del Calcio y la Vitamina D (6, 13). Esto ocurre debido a que tiene la capacidad de transportar el Calcio desde el torrente sanguíneo hacia los huesos, por medio de la activación de la osteocalcina y la matriz Gla.

La Vitamina D, por su parte, mejora la absorción de Calcio y promueve la síntesis de osteocalcina (13). 

La Vitamina K2 participa regulando la función de la proteína osteocalcina, una proteína de la matriz ósea que fija el Calcio, y se usa como marcador de la formación y remodelación ósea.

Para que se produzca la osteocalcina a partir de los osteoblastos, se necesita Vitamina K. Para que esta proteína cumpla su rol, debe activarse a gamma-carboxilado (cOC), y es aquí donde la Vitamina K2 tiene participación por su capacidad de aumentarla y, por lo tanto, favorecer su activación (6, 16).

Esta activación es más eficiente con el uso de Vitamina K2 que con el de K1. 

Otros estudios han detectado que esta vitamina tiene la capacidad de regular tanto la osteoblastogénesis como la osteoclastogénesis, ambos procesos encargados de la homeostasis del tejido óseo (9, 10).

Por otra parte, la evidencia sugiere que la Vitamina K2 aumenta los efectos antiresortivos, es decir, disminuye la posibilidad de que los huesos se debiliten por eliminación de tejido óseo (6).

En la actualidad la evidencia indica que el déficit de Vitamina K se asocia a la fragilidad de los huesos, pudiendo aumentar el riesgo de fracturas, especialmente fractura de cadera en mujeres (6, 7, 14).

Se ha demostrado la capacidad de esta vitamina para proteger la densidad mineral ósea (DMO): en un meta-análisis de 19 estudios realizados en mujeres con osteoporosis que usaron suplementación con Vitamina K2, hubo un aumento significativo de la DMO tanto en el mediano como en el largo plazo (11).

Otros estudios, también realizados en mujeres con osteoporosis, muestran reducciones en la incidencia de fracturas (6). Estas propiedades se atribuyen, entre otras cosas, a que la Vitamina K2 tendría efectos inmunomoduladores ya que suprime la proliferación y activación de las células T; ante la presencia de osteoporosis, estos linfocitos aumentan (7). 

El uso de la Vitamina K2 es seguro y bien tolerado, por lo que su uso para proteger la salud ósea es recomendado. Si bien existen, rara vez se notifican casos de efectos secundarios (6).

El uso de Vitamina K en general podría afectar los tratamientos anticoagulantes, a pesar de que algunos estudios afirman que una pequeña cantidad de esta vitamina podría incluso favorecer estas terapias, manteniéndolas más estables y requiriendo menos ajustes (8). Es importante mencionar que los nuevos fármacos anticoagulantes suelen no ser dependientes de Vitamina K, por lo que en estos casos se podría usar Vitamina K2 en dosis controladas para mejorar la salud ósea sin afectar la condición de coagulación, siempre según recomendación médica (8).

 

FOOD FIRST: Fuentes de Vitamina K en alimentos


De modo general, la Vitamina K1 es encontrada en verduras, mientras que la K2 en alimentos fermentados. El Natto (plato japonés a base de soya fermentada) es muy alto en Vitamina K2, principalmente en forma de MK-7. Otras formas de K2, como MK-9, 10 y 11 se encuentran en bajas cantidades en alimentos lácteos. (12) 

AI:

º Mujeres de 19 años y más – 90 mcg
º Hombres de 19 años y más – 120 mcg  

 

Fuentes de origen Vegetal (K1)* 

Acelga cruda – 830 mcg/100 gr

Kale crudo – 390 mcg/100 gr

Acelga cocida – 327,3 mcg/100 gr

Lechuga escarola – 102 mcg/100 gr 

Repollo – 76 mcg/100 gr


*Se estima que apenas un 10% de la vitamina K proveniente de K1 de las plantas es absorbido. (17)

Otros alimentos menos comunes que son fuente de K2:

Natto – 1000 mcg/100 gr

 

Fuentes de origen Animal (K2)

Embutido de cerdo – 16,8 mcg/100 gr

Queso Mozarella – 5,4 mcg/100 gr

Ricota – 3,10 mcg/100 gr

 

 

 

Vitamina K en suplementos

 

Dentro de sus funciones la Vitamina K1 (filoquinona) opera activando los factores de coagulación sanguínea en el hígado (7, 19). Por otra parte, la Vitamina K2 activa proteínas como la osteocalcina y la matriz Gla en los huesos, cerebro y páncreas, entre otros. (7)

Es posible encontrar suplementos de Vitamina K en diversos formatos, de forma natural o sintética de K1, o bien combinado con otros nutrientes, o como K2. La biodisponibilidad de cada formato dependerá de su origen: la filoquinona o K1, si bien es abundante en algunos vegetales, es poco biodisponible en relación con la K2 de síntesis bacteriana que está presente en alimentos de origen animal o en el natto. 

La Vitamina K2, a diferencia de la K1, funciona como un modulador de la inmunidad al disminuir la cantidad y la proliferación de células/linfocitos T de la circulación. Esto cobra especial importancia en mujeres con osteoporosis posmenopáusicas, donde los niveles de células T son más altos que aquellas sin la patología (7). Este rol lleva a la Vitamina K2 a tener una especial participación sobre los huesos, no así la K1, que a pesar de no tener un rol sobre la salud ósea, podría tenerlo sobre el rendimiento muscular (6). Existe evidencia que indica que K2 en forma de MK-7 afecta no solo a la densidad mineral ósea, sino que también a la fuerza de los huesos (14).

La efectividad de la K2 es superior a la K1. La EFSA o Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria indicó que dosis de 70 mcg al día de K1 es considerado adecuado, sin embargo, la mayoría de los estudios realizados sobre la salud ósea responden a apenas 45 mcg al día de K2 en forma de MK-4 o MK-7 (6). Por otra parte, debido a la forma química que tiene la K2 (con una cadena más larga que K1), se mantiene por más tiempo en la circulación sanguínea (18). Este mayor tiempo de residencia permite que la vitamina en forma de K2 sea utilizada de mejor forma por los tejidos del cuerpo (19).

En Basics Nutrition utilizamos Vitamina K2 de origen vegano, en forma de MK-7, conocida por su excelente biodisponibilidad y por aumentar considerablemente los niveles corporales de Vitamina K, además de ser reconocida como segura y efectiva en la prevención de la pérdida ósea. El uso de MK-7 es cada vez más común dados sus múltiples beneficios (2, 3, 5, 8).

 

Publicaciones de interés: 
 
1) Vitamin K: the effect on health beyond coagulation – an overview
Autores: Cees Vermeer. 2012
 
Este estudio indica que, popularmente, la Vitamina K es conocida por su rol sobre la coagulación sanguínea, que proviene de la capacidad que tiene para sintetizar proteínas de tipo Gla, las cuales se relacionan con cuatro tipos de factores de coagulación. Otros tipos de proteína Gla son la osteocalcina, proteína Gla de matriz y Gas-6, encargadas de mantener la fuerza ósea, evitar que se calcifiquen las arterias y de la regulación del crecimiento celular. 

El autor determina y explica una serie de grupos que deben tener especial cuidado con respecto a la ingesta de Vitamina K: niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con problemas de absorción intestinal. 

Afirma que en el caso de los niños, el requerimiento de Vitamina K es mayor en comparación a los adultos, pues orque se necesita una síntesis 10 veces mayor de osteocalcina para su crecimiento. En la actualidad, dados los cambios dietéticos y al consumo creciente de comida rápida, se ha visto una disminución considerable año tras año en el consumo de Vitamina K por parte de los menores de edad.


En las mujeres embarazadas, el autor indica que la evidencia indica que durante el tercer trimestre disminuye considerablemente la cantidad de Vitamina K en el organismo, por lo que su suplementación es necesaria y mejora la liberación de la osteocalcina, no sólo en la madre, sino que también en el feto. Al momento de nacer, la concentración  de Vitamina K en el recién nacido es muy baja, motivo por el cual es muchos países la suplementación es obligatoria.

El grupo de los adultos mayores también es considerado de riesgo, porque después de los 50 años el marcador de Vitamina K disminuye; esto puede ocurrir por una menor ingesta de alimentos ricos en esta vitamina, por una disminución en la absorción a nivel intestinal, o bien porque las necesidades aumentan. Aunque la pérdida ósea y la calcificación vascular son de origen multifactorial, esta disminución en los niveles de Vitamina K los afectan y es considerada como factor de riesgo. 

El último grupo considerado de riesgo son las personas que padecen de alteraciones en la absorción de nutrientes, como fibrosis quística, enfermedad de Crohn y celíacos, entre otros. Estos grupos tienen un riesgo especial, por lo que el autor indica que la suplementación es esencial. 

En esta publicación describen que el cuerpo destina la Vitamina K a su función principal (coagulación sanguínea), y luego distribuye a las otras funciones, por una cuestión de supervivencia inmediata. Esto explicaría que en caso de déficit es muy difícil que la persona no tenga sus factores de coagulación activados. 

El autor incluso indica que la teoría de que un exceso de Vitamina K afectaría a las personas que padecen trombosis, no sería correcta, porque el metabolismo de la vitamina estaría destinado a generar los factores de coagulación para la supervivencia inmediata, y luego tendría otros destinos funcionales, siendo esta posición demostrada en estudios donde hubo un alto consumo de Vitamina K por años sin afectar la coagulación ni tender a la trombosis. 

La única excepción a esta regla sería en pacientes con prescripción de anticoagulantes, porque actúan como antagonistas de la Vitamina K, y ahí una ingesta excesiva sí afectaría la interacción medicamentosa. 

En estas personas, la evidencia indica que los fármacos anticoagulantes se asocian a una mayor pérdida ósea, baja masa y calcificaciones vasculares, indicando la importancia de la Vitamina K sobre los huesos y la salud vascular.

Lo anterior es la base de la Teoría del Triaje, donde se establece que en un largo periodo de déficit vitamínico, el organismo se encarga de usar esas pequeñas cantidades de micronutrientes para la supervivencia de corto plazo o inmediata, y el resto de las funciones, esenciales pero que no son de vida o muerte en el momento específico, quedan sin ser atendidas, acumulando daños de largo plazo.

El autor concluye que un largo periodo de déficit de Vitamina K es un indicador de riesgo de enfermedades como osteoporosis, ateroesclerosis y cáncer, y además menciona que las recomendaciones dietéticas para esta vitamina deberían reevaluarse, ya que están pensadas únicamente en las dosis necesarias para sintetizar factores de coagulación y prevenir hemorragias, y no en nuestra salud de largo plazo. 
 

Referencias:



1. Vitamin K: an old vitamin in a new perspective

2. Vitamin K–containing dietary supplements: comparison of synthetic vitamin K1 and natto-derived menaquinone-7

3. The effect of menaquinone-7 (vitamin K2) supplementation on osteocalcin carboxylation in healthy prepubertal children

4. The health benefits of vitamin K

5. The role of menaquinones (vitamin K2) in human health

6. Calcium, vitamin D, vitamin K2, and magnesium supplementation and skeletal health

7. Immunomodulatory effect of vitamin K2: Implications for bone health

8. Vitamins K1 and K2: The Emerging Group of Vitamins Required for Human Health

9. The inhibitory effect of vitamin K on RANKL-induced osteoclast differentiation and bone resorption

10. Vitamin K: Novel molecular mechanisms of action and its roles in osteoporosis

11. Does vitamin K2 play a role in the prevention and treatment of osteoporosis for postmenopausal women: a meta-analysis of randomized controlled trials

12. Multiple Modes of Vitamin K Actions in Aging-Related Musculoskeletal Disorders

13. The role of osteocalcin in human glucose metabolism: marker or mediator?

14. Three-year low-dose menaquinone-7 supplementation helps decrease bone loss in healthy postmenopausal women

15. Dietary reference values for vitamin K

16. Role of vitamin K2 in bone metabolism: a point of view and a short reappraisal of the literature

17. Effect of food composition on vitamin K absorption in human volunteers

18. Vitamin K-containing dietary supplements: comparison of synthetic vitamin K1 and natto-derived menaquinone-7

19. Vitamin K: the effect on health beyond coagulation - an overview https://efsa.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.2903/j.efsa.2017.4780