- Las mujeres, al tener menos tejido óseo que los hombres tienen más probabilidades de padecer enfermedades a los huesos.
- La edad avanzada es también un factor de riesgo, por eso en la prevención está la clave.
- A los 60 años, el 40% de las mujeres y el 13% de los hombres tienen osteoporosis, y estas cifras aumentan al 70% de las mujeres y al 22% de los hombres a los 80 años.
- Aproximadamente el 50% de las personas mayores de 80 años que sufren una fractura de cadera mueren en el primer año después del evento.
- El calcio es muy importante, pero sin Vitamina D3 y sin Vitamina K2, no se va a fijar en tus huesos (y puede ser incluso peligroso para tus arterias).
- Hay distintas formas de combatir la degeneración ósea, por medio de la nutrición y la actividad física.
- El consumo de alcohol y tabaco debilita los huesos.
- Puedes encontrar muchas fuentes dietarias de Calcio, incluso siguiendo una dieta vegana.
Introducción
La salud ósea es fundamental para mantener una vida activa y saludable.
Factores como la genética, el ejercicio, la nutrición y el manejo del estrés influyen en la salud de nuestros huesos.
Para entender mejor cómo podemos mantener nuestros huesos sanos, es importante analizar el papel de la genética, la actividad física y la alimentación en la prevención de enfermedades óseas y la promoción de la salud ósea y muscular. La salud ósea, además de afectar en nuestra calidad de vida, puede tener una relación directa con nuestra longevidad.
Algunas preguntas que responderemos:
¿Qué tanto puede afectar tu genética en la salud ósea?
¿Qué tan importante es la realización de actividad física para mantener un buen sistema musculoesquelético?
¿Qué tan relevante puede ser tener enfermedades y cómo estas influyen en la salud de nuestros huesos?
¿Existe una dieta específica para mantener los huesos sanos?
Aquí analizaremos cada uno de estos temas y cómo interactúan entre sí.
Primero, ¿cuáles son los riesgos de una mala salud ósea?
Osteopenia
La osteopenia es una disminución en la densidad mineral ósea (DMO) que no es tan severa como la osteoporosis. Aunque ambas condiciones implican una reducción en la DMO, la osteoporosis representa un mayor riesgo de fracturas debido a la debilidad ósea (NIH, 2021).
La osteopenia puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en adultos mayores, especialmente en mujeres posmenopáusicas debido a la disminución de los niveles de estrógeno (IOF, 2021).
Según la International Osteoporosis Foundation, aproximadamente el 50% de las mujeres y el 20% de los hombres mayores de 50 años experimentarán una fractura relacionada con la osteoporosis en su vida.
Aunque la osteopenia no es tan grave como la osteoporosis, es importante abordarla a tiempo mediante cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, tratamiento médico para prevenir la progresión hacia la osteoporosis.
Osteoporosis: una amenaza silenciosa para la salud ósea
La osteoporosis es una enfermedad esquelética que se caracteriza por una disminución en la densidad y calidad ósea, lo que resulta en huesos frágiles y un mayor riesgo de fracturas.
Es conocida como una enfermedad "silenciosa" porque a menudo no presenta síntomas hasta que ocurre una fractura. La osteoporosis ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado hueso, produce muy poco hueso o ambos. La edad, la genética, la falta de ejercicio y una dieta pobre en calcio y vitamina D pueden contribuir a su desarrollo.
La osteoporosis afecta la salud ósea al debilitar los huesos, lo que aumenta el riesgo de fracturas y puede provocar discapacidad y dolor crónico. Las fracturas más comunes asociadas con la osteoporosis ocurren en la columna vertebral, la cadera y la muñeca.
Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres posmenopáusicas debido a la disminución en la producción de estrógeno, una hormona que protege los huesos. Sin embargo, también puede afectar a hombres y a personas más jóvenes debido a factores genéticos, metabólicos o de estilo de vida.
El diagnóstico y tratamiento temprano son esenciales para prevenir y controlar la osteoporosis. La densitometría ósea es una prueba que evalúa la densidad ósea y ayuda en el diagnóstico.
A nivel mundial, se estima que 200 millones de mujeres sufren de osteoporosis.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que aproximadamente el 30% de las mujeres posmenopáusicas tienen osteoporosis en países desarrollados, y la prevalencia aumenta con la edad.
A los 60 años, el 40% de las mujeres y el 13% de los hombres tienen osteoporosis, y estas cifras aumentan al 70% de las mujeres y al 22% de los hombres a los 80 años.
La importancia de mantener huesos fuertes en la vejez es fundamental para prevenir fracturas y sus consecuencias potencialmente mortales.
A continuación, presentamos algunas estadísticas significativas sobre la relación entre la salud ósea, las fracturas y la mortalidad en la vejez:
1. El riesgo de fracturas óseas aumenta con la edad debido a la disminución de la densidad ósea y la prevalencia de la osteoporosis.
2. Las fracturas de cadera son especialmente preocupantes en la población de edad avanzada. Aproximadamente el 50% de las personas mayores de 80 años que sufren una fractura de cadera fallecen en el primer año después del evento.
3. Las fracturas vertebrales también pueden tener graves consecuencias para las personas mayores, ya que están asociadas con un aumento del riesgo de mortalidad del 15% al 20% en comparación con personas de la misma edad sin fracturas vertebrales.
4. Además de las fracturas de cadera y vertebrales, las fracturas de muñeca en personas mayores también se asocian con un mayor riesgo de mortalidad temprana.
5. En general, las personas mayores con osteoporosis y fracturas tienen tasas de mortalidad significativamente más altas en comparación con sus pares sin osteoporosis.
Mantener huesos fuertes en la vejez es crucial para prevenir fracturas y sus consecuencias asociadas, incluida la muerte prematura. La adopción de medidas preventivas, como una dieta adecuada, ejercicio y el control de los factores de riesgo, puede ayudar a proteger la salud ósea y mejorar la calidad de vida en la vejez.
Genética
Nuestros genes juegan un papel importante en la salud ósea, ya que enfermedades como la osteoporosis pueden ser hereditarias. La densidad ósea en la juventud es un factor determinante, pero hay otros que no podemos modificar, como la raza, sexo y edad.
Las mujeres, especialmente las de ascendencia caucásica o asiática, son más propensas a padecer enfermedades óseas. Por tanto, es esencial prestar atención a la prevención y adoptar hábitos saludables desde temprano.
La genética no perdona. Si hay antecedentes de estas enfermedades en tu familia, especialmente padres y hermanos, entonces el riesgo es mucho mayor.
Se estima que la heredabilidad de la densidad mineral ósea (DMO), un factor clave en la osteoporosis, es de aproximadamente un 50-85% (Ralston & Uitterlinden, 2010).
Se han identificado varios genes asociados con la DMO y el riesgo de osteoporosis, como genes relacionados con la formación ósea, la resorción ósea y la señalización hormonal.
Un ejemplo es el gen VDR, que codifica el receptor de la vitamina D, esencial para la absorción de calcio y la salud ósea (Ferrari, 2018).
En resumen, la genética tiene un impacto considerable en la salud ósea y puede contribuir al riesgo de enfermedades como la osteoporosis.
Sin embargo, factores ambientales y del estilo de vida también juegan un papel importante y deben ser considerados en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis.
¿Por qué es importante la densidad ósea?
La densidad ósea, o densidad mineral ósea, es la cantidad de minerales presentes en el tejido óseo. Tener una alta densidad mineral ósea disminuye el riesgo de sufrir fracturas en el futuro, así como el dolor o la postura deteriorada debido a huesos frágiles y débiles.
La mejor manera de evaluar la salud ósea es a través de una prueba de densidad ósea conocida como DXA o una tomografía de densidad mineral ósea (BMD). Esta prueba proporciona un puntaje T que mide la masa ósea.
Si te preocupa tu salud ósea o tienes antecedentes genéticos de osteoporosis, es una buena idea hablar con tu médico, quien puede derivarte a las pruebas necesarias.
¿Puedes recuperar la densidad ósea perdida?
Por un lado, no es posible recuperar completamente la densidad ósea en relación a la que tenemos en nuestra juventud, pero sí se pueden tomar medidas para frenar la pérdida de densidad y mantener los huesos lo más fuertes posible.
Cómo prevenir
Actividad física
La actividad física regular es vital para mantener la salud ósea y muscular.
Además de fortalecer los huesos y los músculos, también ayuda a prevenir lesiones.
Las lesiones ocurren muchas veces por motivos totalmente prevenibles, dentro de los más frecuentes; caídas, entrenamiento poco frecuente, técnicas deportivas incorrectas, sobrecarga de peso, de días de entrenamiento, uso de equipamiento deportivo incorrecto, etc.
Fortalecimiento óseo a través del entrenamiento con pesas: un enfoque efectivo para la salud ósea
La importancia de mantener huesos fuertes y saludables es indiscutible. El entrenamiento con pesas, también conocido como entrenamiento de resistencia, es una estrategia efectiva para fortalecer nuestros huesos y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Un estudio realizado por el National Institutes of Health (NIH) muestra que el entrenamiento de resistencia aumenta la densidad ósea, especialmente en la columna vertebral y la cadera, áreas críticas afectadas por la osteoporosis.
Además, el entrenamiento con pesas mejora la calidad del hueso y reduce el riesgo de fracturas.
Incorporar ejercicios con pesas en nuestra rutina, como levantamiento de pesas, sentadillas y press de banca, estimula la formación de hueso nuevo y ayuda a mantener la densidad ósea existente.
Es fundamental comenzar de forma progresiva y siempre contar con la orientación de un profesional para evitar lesiones.
En resumen, el entrenamiento con pesas es una herramienta valiosa para mantener y mejorar la salud ósea.
No subestimes el poder de levantar pesas y fortalecer tus músculos: ¡tus huesos te lo agradecerán!
Alimentación
La nutrición y las ayudas ergogénicas juegan un papel importante en la prevención y la recuperación de lesiones deportivas, dicen profesionales de la Universidad de Valladolid, España.
Aumentar tu consumo de proteínas puede ayudar
Las proteínas son fundamentales. Esto parece obvio, ya que el 50% del volumen óseo está compuesto por proteínas.
Más allá de su función estructural, las proteínas también influyen en la formación ósea de otras maneras clave. En primer lugar, a través de ciertos aminoácidos como la arginina, que ayuda a absorber el calcio a través de la pared intestinal; y en segundo lugar, al aumentar la producción de IGF-1 a través de los osteoblastos, las células responsables de la formación ósea. Por lo tanto, mantener una dieta rica en proteínas es esencial para garantizar una buena salud ósea.
La clave: Micronutrientes
Hay una serie de micronutrientes involucrados en la prevención y mantención de la salud ósea y muscular que no solo están ligados a quienes practican actividad física.
- Ácidos grasos Omega 3, específicamente el DHA; tiene un rol fundamental en reducir el daño y la recuperación post ejercicio, esto porque tiene un poderoso efecto antiinflamatorio.
- Calcio; estrella en la salud ósea, colabora desde la infancia para el desarrollo corporal y en adultos mantiene la salud de los huesos y previene la aparición de enfermedades como osteopenia, osteoporosis etc. En palabras simples, el calcio (y también el fósforo) le entrega estructura, fuerza y rigidez a los huesos. Además juega un rol importante en la función muscular.
- Vitamina D; Ayuda a la prevención de fracturas y enfermedades asociadas a los huesos.
- Magnesio; se le conoce como un buen formador y potenciador de la fuerza de los ósea. De hecho en enfermedades como la osteoporosis se ha visto que colabora en aumentar la densidad mineral ósea.
- Fósforo; este mineral no tiene una acción directa sobre los huesos pero es igualmente importante porque ayuda que a nivel renal no se elimine el calcio que nuestros huesos necesitan.
- Vitamina K2; esta vitamina, y en particular su forma de MK-7 potencia la calidad de los huesos, previene el riesgo de caídas y fracturas en personas con enfermedades a los huesos. Además funciona como un activador y transportador de calcio y vitamina D directo a nuestros huesos.
Así como estos, hay otros micronutrientes e incluso ayudas ergogénicas que colaboran jugando un rol preventivo de lesiones deportivas o incluso en el día a día, en personas que no practican actividad física regular.
Todos los micronutrientes mencionados tienen un mecanismo sinérgico, colaborativo, es decir, se necesitan entre todos para lograr el objetivo final.
La vitamina D, por ejemplo, es necesaria para que el calcio se absorba y se fije a nivel de los huesos.
A su vez, el magnesio es fundamental para mantener los niveles estables de vitamina D en nuestro cuerpo. Además, el fósforo previene la eliminación urinaria del calcio y también requiere la presencia de vitamina D para ser absorbido.
La vitamina K2, por otro lado, potencia la calidad ósea y colabora con la vitamina D en el transporte de calcio hacia nuestros huesos.
Puede ser peligroso el calcio suplementario?
La suplementación con calcio se ha utilizado ampliamente para mejorar la salud ósea y prevenir la osteoporosis.
Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la suplementación con calcio sin micronutrientes coadyuvantes podría ser perjudicial para la salud cardiovascular y menos efectiva para la salud ósea (Bolland et al., 2010).
El consumo excesivo de calcio sin las vitaminas D y K2 adecuadas puede tener efectos negativos en la salud ósea, como la calcificación de los tejidos blandos y enfermedades cardiovasculares.
Autores de una publicación europea relacionada con este tema mencionan que “la suplementación con vitamina D y calcio junto con la deficiencia de vitamina K también puede inducir la calcificación de los tejidos blandos a largo plazo y enfermedades cardiovasculares…”, principalmente en personas que toman anticoagulantes y en otros grupos de riesgo.
El poder sinérgico del calcio, la vitamina K2 y la vitamina D3 para la salud ósea:
El calcio necesita otros micronutrientes, como la vitamina D3 y la vitamina K2, para ser absorbido y utilizado adecuadamente por el cuerpo. La vitamina D3 mejora la absorción de calcio en el intestino, mientras que la vitamina K2 ayuda a dirigir el calcio hacia los huesos y a mantenerlo fuera de las arterias (Schurgers et al., 2008).
Cuando el calcio no se absorbe adecuadamente o no se dirige a los huesos, puede acumularse en las arterias y contribuir a la calcificación arterial, aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular (Ketteler et al., 2013).
La vitamina D ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio de los alimentos y suplementos que consumimos, mientras que la vitamina K2 dirige el calcio hacia nuestros huesos, donde es necesario.
La vitamina D3, también conocida como colecalciferol, es vital para la absorción del calcio en el intestino. Ayuda a regular los niveles de calcio en sangre, promoviendo su absorción y evitando su eliminación a través de los riñones.
Por otro lado, la vitamina K2, específicamente su forma menaquinona-7 (MK-7), desempeña un papel esencial en la distribución y utilización del calcio en el cuerpo.
La vitamina K2 activa la osteocalcina, una proteína que ayuda a unir el calcio a la matriz ósea, fortaleciendo así los huesos. Además, previene la calcificación de las arterias al activar la proteína matriz Gla, responsable de mantener el calcio fuera de los tejidos blandos.
Por otra parte, para que el calcio que consumimos no se elimine por vía urinaria, necesitamos fósforo y para que este se absorba, necesitamos vitamina D.
Lo mismo ocurre con la vitamina K2, sin vitamina D, su función se inhibe.
¿Ves cómo todo está vinculado?
Este mecanismo sinérgico garantiza una correcta absorción, distribución y utilización del calcio en el organismo, protegiendo y fortaleciendo nuestros huesos y evitando la calcificación arterial.
En resumen, si estás tomando suplementos de calcio, pero no estás consumiendo suficientes vitaminas D y K2, es probable que tu cuerpo no esté utilizando el calcio de manera efectiva. Es importante consumir una variedad de alimentos ricos en calcio, vitamina D y vitamina K2 para asegurar una absorción y utilización adecuadas del calcio en nuestros huesos.
El Manganeso también tiene un rol fundamental:
El manganeso es un mineral esencial que desempeña un papel importante en la salud ósea.
Aunque se necesita en pequeñas cantidades, el manganeso contribuye a la formación y el mantenimiento de huesos fuertes y saludables de diversas maneras:
1. Síntesis de matriz ósea: El manganeso es necesario para la síntesis de proteoglicanos, que son componentes clave de la matriz ósea. Los proteoglicanos se unen al colágeno y otros componentes para formar una estructura sólida y resistente en el hueso.
2. Formación de tejido conectivo: El manganeso también juega un papel en la formación de tejido conectivo, que es esencial para mantener la integridad estructural de los huesos. El manganeso es un cofactor necesario para la actividad de la enzima prolil hidroxilasa, que participa en la síntesis de colágeno.
3. Mineralización ósea: El manganeso está involucrado en el proceso de mineralización ósea, donde los minerales, como el calcio y el fósforo, se depositan en la matriz ósea para proporcionar rigidez y resistencia a los huesos.
4. Actividad enzimática: El manganeso actúa como cofactor de varias enzimas importantes en el metabolismo óseo, como las enzimas superóxido dismutasa y glutamina sintetasa, que tienen funciones antioxidantes y antiinflamatorias que protegen los huesos y las articulaciones del daño causado por los radicales libres.
La deficiencia de manganeso puede tener un impacto negativo en la salud ósea, lo que lleva a un crecimiento óseo anormal y una mayor susceptibilidad a las fracturas.
Para mantener una salud ósea adecuada, es importante consumir alimentos ricos en manganeso como frutos secos, semillas, legumbres, granos enteros y vegetales de hoja verde oscuro.
Obtener los nutrientes directo desde la dieta siempre será lo mejor, en especial el Calcio.
Cuando no es posible, suplementarse con micronutrientes en formatos altamente biodisponibles es una alternativa valiosa.
Nuestro Multivitamínico DAILY BASICS está formulado con la Fórmula Basics® 4-Stack, que incluye el Stack de Salud Ósea, pensado para generar las reacciones sinérgicas necesarias para la nutrición mineral ósea.
Todos los micronutrientes de este Stack están incluidos en DAILY BASICS en sus formatos de máxima biodisponibilidad:
- Vitamina K2 (como MK-7)
- Vitamina D3 (como colecalciferol vegano VegD3®),
- Manganeso (como Bisglicinato), y
- un aporte de Calcio (como Citrato Malato).
Anexos:
Anexo 1: La Vitamina K2, vitamina misteriosa y “reciente”
La vitamina K2, una variante de la vitamina K, es esencial para la salud ósea y cardiovascular.
A diferencia de la vitamina K1, que se encuentra principalmente en verduras de hoja verde y está más relacionada con la coagulación sanguínea, la vitamina K2 tiene un enfoque distinto en cuanto a su función y sus fuentes alimentarias.
La vitamina K2 se encuentra en forma de menaquinonas, que pueden ser de diferentes longitudes y estructuras.
La menaquinona-4 (MK-4) y la menaquinona-7 (MK-7) son las dos formas más estudiadas y biológicamente activas de vitamina K2.
Mientras que la MK-4 se encuentra principalmente en productos de origen animal como la carne y los huevos, la MK-7 se encuentra en alimentos fermentados, como el natto, un alimento japonés hecho a base de soja fermentada.
El papel crucial de la vitamina K2 en la salud ósea se debe a su capacidad para activar la osteocalcina, una proteína que ayuda a unir el calcio a la matriz ósea y fortalecer los huesos.
Además, la vitamina K2 también activa la proteína matriz Gla (MGP), que previene la calcificación de las arterias y protege la salud cardiovascular.
La investigación sobre la vitamina K2 comenzó en la década de 1970 y ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Un estudio de cohorte en 2004, el Estudio de Rotterdam, encontró que una mayor ingesta de vitamina K2 se asociaba con un menor riesgo de enfermedad arterial coronaria y calcificación aórtica.
Desde entonces, se han realizado estudios adicionales que respaldan la importancia de la vitamina K2 para la salud ósea y cardiovascular.
A medida que la investigación continúa, se están descubriendo más beneficios potenciales y funciones de la vitamina K2 en el cuerpo humano.
Anexo 2: El legado de Weston Price y sus hallazgos en la salud ósea
El Dr. Weston Price, dentista y científico, realizó investigaciones revolucionarias en la primera mitad del siglo XX, estudiando la relación entre la nutrición y la salud dental y ósea.
Sus hallazgos, que aún hoy en día influyen en nuestra comprensión de la importancia de la nutrición en la salud, se resumen en las siguientes conclusiones clave:
1. Dieta tradicional y salud dental: Price descubrió que las poblaciones que consumían dietas tradicionales, ricas en nutrientes, presentaban dientes y huesos más fuertes, así como menor incidencia de enfermedades dentales en comparación con las poblaciones que consumían dietas modernas y procesadas
2. Importancia de las grasas solubles en vitaminas: Price identificó que las vitaminas liposolubles A, D y K2 eran fundamentales para una salud óptima, especialmente en el mantenimiento de huesos y dientes fuertes. Estas vitaminas se encuentran en alimentos de origen animal, como mantequilla de animales alimentados con pasto, aceite de hígado de bacalao, yema de huevo y productos lácteos enteros.
3. Rol del fosfato en la salud ósea: Price también destacó la importancia del equilibrio entre el calcio y el fósforo en la salud ósea. Sostuvo que una relación adecuada entre ambos minerales era esencial para mantener huesos fuertes y prevenir la desmineralización ósea.
4. Efecto de los antinutrientes: Price señaló que los antinutrientes, como los fitatos, presentes en granos y legumbres mal procesados, podrían interferir en la absorción de minerales esenciales para la salud ósea, como el calcio, magnesio y zinc.
Las investigaciones de Weston Price subrayan la importancia de una alimentación rica en nutrientes y la prevención de enfermedades a través de una dieta equilibrada. Su trabajo sigue siendo relevante en la actualidad y nos recuerda la importancia de preservar y respetar las prácticas alimentarias tradicionales para mantener una salud óptima.
El "Factor X" es un término acuñado por el Dr. Weston Price para describir una sustancia liposoluble presente en alimentos de origen animal, como mantequilla, aceite de hígado de bacalao y yemas de huevo.
Price descubrió que este misterioso nutriente desempeñaba un papel crucial en la salud dental y ósea.
Hoy en día, se cree que el "Factor X" se refiere a la vitamina K2, que trabaja en sinergia con las vitaminas A y D para ayudar a la absorción y utilización del calcio en los huesos y dientes (Masterjohn, 2007), y que no había sido descubierta aún en la época de Price.
Anexo 3: Calcio en dietas veganas
La ingesta adecuada de calcio es esencial para mantener huesos y dientes fuertes y saludables.
Sin embargo, muchas personas vegetarianas o veganas se preocupan por obtener suficiente calcio en sus dietas, ya que la mayoría de las fuentes ricas en calcio son productos de origen animal.
Afortunadamente, existen varias opciones veganas ricas en calcio que se pueden incluir en una dieta equilibrada.
Entre las opciones veganas más ricas en calcio se encuentran las espinacas, el brócoli, el repollo, el kale, el acelga y los garbanzos. Estas verduras contienen entre 100 y 200 mg de calcio por porción, lo que representa una buena parte de la ingesta diaria recomendada.
También es posible obtener calcio a través de los frutos secos, como las almendras y los anacardos, y los productos fortificados con calcio, como el tofu y los jugos de frutas.
En resumen, es posible obtener suficiente calcio en una dieta vegana mediante la ingesta de verduras de hoja verde, frutos secos y productos fortificados con calcio.
- Espinacas: 99 mg de calcio por cada 100 g
- Brócoli: 47 mg de calcio por cada 100 g
- Repollo: 32 mg de calcio por cada 100 g
- Kale: 90 mg de calcio por cada 100 g
- Acelga: 97 mg de calcio por cada 100 g
- Garbanzos: 80 mg de calcio por cada 100 g
- Almendras: 264 mg de calcio por cada 100 g
- Tofu: 434 mg de calcio por cada 100 g
*Es importante señalar que los valores de calcio pueden variar según el método de cocción y preparación de los alimentos.
Anexo 4: Calidad del Sueño y salud ósea
Un estudio de 2019 publicado en el Journal of Bone and Mineral Research, que comparó a más de 11,000 mujeres menopáusicas generalmente saludables que dormían menos de cinco horas o un tiempo más sensato de siete horas, reveló la influencia del sueño en la salud ósea.
Después de ajustar por factores externos, los datos de las exploraciones óseas mostraron que las mujeres que dormían menos de cinco horas tenían una densidad mineral ósea significativamente más baja y mayores probabilidades de osteoporosis en la cadera, el cuello, la columna vertebral y el cuerpo en general.
La diferencia entre los dos grupos era aproximadamente igual a un año de envejecimiento óseo. Asegúrate de darle a tu sueño nocturno la importancia que merece; tus huesos te lo agradecerán.
Un mineral que es clave para la salud ósea y que además tiene un impacto positivo en el descanso nocturno es el Magnesio, que en Basics Nutrition tenemos en su formato más biodisponible: Bisglicinato. Puedes revisarlo acá.
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